martes, 18 de enero de 2011

...a mis palabras muertas

Hace poco escribí las mejores frases que mi mente actual podía articular. Como siempre me llenaban de orgullo, al expresar una vez más los que quiero lograr de mis personajes inventados, que mas que solo significaciones, representan siempre mis mas profundos sentimientos del subconsciente. Por azares de las circunstancias desaparecieron del ordenador, como cada noche temo que suceda. Fue perder lo preciado, lo bello. Perdí lo que me hace sentir, sin humildad, trascendente en el mundo. Me dolió y ésto me da la revelación de que en verdad comienzo a amar la palabra. No necesariamente esas que ya no voy a volver a releer, sino todas las que existen. En verdad siento aquella armonía, aquella infinidad no humana que e escuchado de alguno que otro pensador, la cual se logra explicar a través de la estructura del lenguaje. Me dolió y me sigue doliendo e incluso me cuesta escribir aún, por muy ridículo que paresca.

...a mis palabras muertas

canto canto infinito
no me dejes en blanco
que resuene una vez más
en mis dedos
la palabra rimada
la metáfora nueva
la sorpresa

canta a la lluvia
al sol
al mar
al horizonte
a la vida
a la vida siguiente
a la luna
y al sol

canta sobre las sombras de mi sombra
la oscura e insondable sombra
canta sin miedo
sin tristesa
las realidades de mi carne

canta espejo

canta, canto infinito
déjame una vez más ser receptor
emisor
profeta
y tu sueño

déjame una vez más
ser tu testigo