lunes, 15 de febrero de 2010

Chachara de las buenas

Vaya vaya como paso el tiempo. Como paso la vida sin restregarme estos sentimientos mios, tan mios que me dan vergüenza. Vaya si los humanos somos tristes que nos aferramos a lo que mas dolor nos causa para volver a golpearnos con las piedras, duras e inexorables del sentimiento. Yo siempre voy a pecar de sincero, tal vez por mi ingenuidad interminable o tal vez por edad mental. Siempre voy a errar en contra de mi mismo, uno porque me acerca a mi esencia y dos porque encuentro paz en la lágrima. En la bendición de la lágrima que nos reconforta a ti y a todo ser humano que se aleja de dios.

Vaya si pasaron mil y un dias desde que me sentia aliviado, con barreras seguras que pregonaban color blanco. Después, tarde, me di cuenta de la necesidad del negro. Y es bueno también elegir el negro porque aprendemos, pero a que costo. Es bueno el negro porque también da paz, paz momentánea claro está, pero regocijo en su eyaculación. No se si en verdad me aleje hoy en dia de mi mismo, de ella o de mi destino, solo se que por primera vez siento que soy dueño de mis bestias y mi futuro (flashforward gratuito).

Paremos la chachara, vaya si que la amé y la amé con ganas si en verdad no me estoy engrupiendo. Pero que va a saber Dios o el Diablo de la verdad de mi acción si jamás nadie los escupió en la cara con saliva de la de éste mundo, fría y asquerosa. O tal vez vaya que si saben lo que siento, mejor que todos mis recuerdos. Por eso son reales en mi vida y por eso me asombran.

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