El dragón
con soplo de soles
se adentra en mi pecho
se anida en mis costillas
Primero sube y besa mis mejillas
las avergüenza
las hierbe
después envuelve mis pulmones
y ahorca mi respiración
Con ello caigo en el juego
y pretendo mi muerte unos segundo
hasta que sedo al instinto
y exhalo
Iluso
solo sirvo de canal para liberarlo
débil
soy servidor de sus maleficios
La culebra flota en mares invisibles
danzando caderazos irrepetibles
indescifrables
Su fantasma va dejando una estela
de vibraciones tutelares
Antes todas estaban amontonadas
dentro de mis bibliotecas
El fuego sigue matando a la oruga
que de su muerte hace nacer más serpientes
mas bestias
mas musas
Pero la dama de blanco también muere
mientras se expande en el universo
mientras desangra sus efectos
Yo
solo la miro
Paralizado y abstraído
encadenado a sus últimos espejismos
busco una nueva novedad
un nuevo sorbo de mundanidad
Yo solo aspiro
el plástico quemado
sábado, 5 de febrero de 2011
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