lunes, 2 de mayo de 2011

Asceta enamorado (*1)

Om namah shivaia(*2)
semblante azul destellante
ego divino
tercer ojo de la gracia

Om namah shivaia
subyugador de lo que el cuerpo emana
emperador de mis infiernos
infesta mi alma

Om namah shivaia
destructor de materia
transformador de creación
ilumina mi infamia

Om namah shivaia
ecantoquiro de brazos infinitos
rodea con ellos mis espinos
separa su boca de mi savia

Om namah shivaia
quema éste deseo
derrota las flechas de flores
impregna en mi cuerpo
cenizas de virtud alada

Om namah shivaia
el amor lo sufrió Siddhartha
que destino se salva
de caer también en el ansia

Om namah shivaia
¡nirvana!
¡nirvana!
no más éxtasis
no más su magia

(*1) Se denomina ascética o ascetismo a la doctrina filosófica y religiosa que busca purificar el espíritu por medio de la negación de los placeres materiales; al conjunto de procedimientos y conductas de doctrina moral que se basa en la oposición sistemática al cumplimiento de necesidades de diversa índole que dependerá, en mayor o menor medida, del grado y orientación de que se trate. En muchas tradiciones religiosas, la ascética es un modo de acceso místico.

(*2) Su traducción sería «¡om! reverencias a Shivá. Shivá es adorado como un gran asceta. Existe un mito acerca de que en una ocasión quemó con su tercer ojo a Kāma (‘deseo erótico’, siendo los Kāma-sūtras sus aforismos), el alado dios del amor, quien —mientras Shivá estaba dedicado a una severa meditación— le había disparado sus flechas de flores para hacerle enamorar de quien terminaría siendo su segunda esposa, Parvatī. Desde entonces a Kāma se le conoce como An-anga (‘sin-forma’, incorpóreo). Las escrituras de los shivaístas dicen que con la mirada ardiente de su tercer ojo quema el universo, incluidos a Brahmā y a Vishnú, y se unta sus cenizas mortuorias por todo el cuerpo. Por eso los adoradores de Shivá se cubren de cenizas.

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