lunes, 12 de diciembre de 2011

CLUB PAGANO

La pista de baile, desierto de Sodoma y Gomorra, se aglomera con los fervientes incrédulos hijos bastardos de la urbe. Un descarado sol New Wave ilumina aquella juventud perdida, vacía, hipnotizada, en trauma. Fieles a su carne descarriada todos se entregan a ominosos roces, desvergonzadas relaciones de tacto, alientos desesperanzados y sobre todo, el cariño de otros heridos. Al unísono sus cabellos y ropajes multicolores de particular creacionismo relucen con orgullo exageradas alteraciones emulando sin pensar los paganos dioses del culto antiguo a la ambigüedad. No distinguen masculinos o femeninos, sexos o formas, los arquetipos humanos se transgreden y mueren en un común absoluto. Las nuevas religiones que nos aguardan y que sugiere éste local, se reproducen entre los egos, transformando las almas en divinidad terrenal, vibraciones en vanidad. Celebran la última de las creencias, el dogma de los últimos tiempos, el culto a la propia epidermis, la libertad de las culpas, la encarnación de la des humanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario