Hay recuerdos inmortales
personas lejendarias
y nostalgia de hogar
tu fuiste todo aquello
Me despedí sin despedirme
cuando debí estar a tu hombro
deleitándome en tu presencia
que se me esfumaba
Pero ya ocurrió tu destino
del fin de tus sufrimientos
Tus manos de piedra
del trabajo de tu vida
ya duermen la siesta
apoyandose en tu vientre satisfecho
Tu orgullo era la caridad
para los tuyos y no tan tuyos
tu orgullo era la sencillez
de ser más grande que tus pensamientos
Tus luchas ya son ganadas
y tus hazañas son hechas ya un mito
en nuestras historias
y las de los que te compartieron
Lo único que no se
es adonde direccionas los nudos
del acorazado que hoy manejas
hacia tu próximo altamar
La marea larga de nuevos tiempos
adormeció un poco mis labios
al reconocer tu viaje
pero se que en lo eterno
volveremos a charlar
sábado, 10 de julio de 2010
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