Me decido a escribir, una silueta de la indiferencia
una sombra humana, que relucía en su forma
simplezas de falsa inocencia
No escribiré, aquellas frases que mordían sus oídos
pues fueron dichas en lo íntimo, provocando el verdadero embeleso de sus abismos
Llevaba mis dedos, hacia todos sus labios heridos
En su carcasa se empapaba de inocencia y hedores adolecentes
De vestimentas blancas, túnicas cristianas
Todas sin alma
Eras atrayente, pero no transparente
Rendías culto al misterio hiriente
Al sin fin omitido
Verdadero de tu mente
Vivías de tu suerte
De ser bella e inteligente
Y como nadie saber los velos
Que taparon tus besos, dados a otras gentes
Te dejé, mi corto delirio
locura, de alguna de mis mentes
Pues no eras más que un desliz, un destello de alma
un pobre, dolorido, y triste intento por encontrarla
No pude aguantar más, tus alarmantes deformaciones internas
Tu asquerosa esencia podrida,
Culpable, de ésta, horrible, falsa inocencia
sábado, 26 de marzo de 2011
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