Todo fue muy poco sincero
pero iluminó mis ojos cansados
sodomizó mi alma
y fulminó dos meses inquietos, en que no ocupé mis dedos
Hoy ya estoy en las mismas
lleno de abstracciones
con un tiempo diseminado
que se llevó todas tus trampas
Que daría por una última miel tuya
un avergonzado beso tardío
que cabizbajo toque la puerta de mis labios
como un hijo arrepentido
y que yo
con toda lágrima
como su padre
pueda recibirlo en mi techo
Recibir la suave y débil epidermis
de los humedales de tus labios
que chocabas con fuerza sobre los míos
creyendo que tal intensidad
tal canallada
ocultaría la realidad
de la lejanía de tu presencia
Yo también quería creerte
con el pecho vacío
mientras vendía mis propios anhelos
de ver posibles sueños ilusos
de un pobre cabro chico
Sufrí la razón consiente
de notar una mañana
que flotaba el vapor del tedio
del esfuerzo
de la vergüenza de tus alientos
Comenzaste a revelarte como una hermana
que desbordaba un afecto lastimoso y caritativo
hiriente
más digno de una teletón que de pasión
Siempre sospeché de las pistas
que contradicciones tan obvias
tan bellas
tan tuyas
caían en tu trote
Me sujetaba a palabras débiles
muy del viento
abrazos tiernuchos
magnas promesas que explotaban de noche
y fáciles batallas que daban nuestros cuerpos
Pero lentamente nos comieron nuestras heridas
así como insondables penas tuyas
inseguridades que la desdicha de tu vida
llenó de escamas
Como quería extirparlas
Creerle… más
a esas uñas apasionadas
que arañaban toda piel
todo pudor
(mi piel, mi pudor)
y que en nobles intentos
en un bálsamo
emulsionaban lo concreto
Como quería quedarme
en tu ausencia presente
para aferrarme a un nuevo abandono
más seguro
posiblemente
que otros
el cual termina justo cuando empieza tu mirada borrosa
Como quería corresponder
ignorante
a tus inconscientes creaciones de afecto
a tu vida infestada de amargos
a tu cuerpo esquivo
tu mente viajera
desconcentrada
a tus bellezas bizarras
y hasta esas esperanzas
que a veces revelabas
de que yo
toda una vida
viera esas cosas como una novedad interminable
Como quería aquello
aún cuando todo fue muy poco sincero
pero, iluminó mis ojos cansados
sodomizó mi alma
y fulminó dos meses inquietos
en que no ocupé mis dedos
domingo, 20 de marzo de 2011
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